La implementacion de buenas practicas apicolas implica tomar un compromiso de largo plazo, asumiendo que la producción de miel orgánica en el país tiene posibilidades de cobrar un lugar preponderante dadas las óptimas condiciones medioambientales con áreas de libación libres de la aplicación de productos de síntesis química y sistemas de control y gestión que aseguren la calidad en la producción.